El fútbol y los idiomas (I)
Si hay algo que siempre me ha gustado del fútbol, es su capacidad para poner de acuerdo a personas que hablan distintas lenguas. Once tíos, criados en idiomas diversos, han de entenderse para lograr un bien común. Ya lo decía Mandela: el deporte tiene el poder de transformar el mundo, de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas.
Como lingüista y aficionada al deporte, suelo recurrir a
ejemplos de deportistas en mis clases de enseñanza de idiomas. Y planteo a mis
estudiantes preguntas del siguiente tipo:
¿Por qué David Beckham nunca aprendió español,
si estaba en inmersión lingüística?
¿Por qué jugadores como Messi e Iniesta,
prácticamente criados en Cataluña, no hablan casi nunca en catalán?
¿Qué idioma utiliza Ferrari en las redes
sociales, si se trata de una escudería italiana cuyo piloto estrella es español
y se mueve en un ámbito internacional?
Deportistas trilingües como Rafa Nadal o Pau
Gasol, ¿qué lengua prefieren para comunicarse (con todas las implicaciones que
eso conlleva)?
¿Por qué algunos periodistas argentinos se
dirigen a Guardiola en catalán y no en castellano?
¿Por qué nos sorprende tantísimo que el mismo
Guardiola haya aprendido alemán?
¿Por qué Hristo Stoichkov, el mejor futbolista
búlgaro de todos los tiempos, insultaba en castellano (incluso cuando no jugaba
en España)?
¿Jose Mourinho era realmente traductor
(intérprete) en su etapa en el FC Barcelona?
¿Por qué Rafa Nadal comenzó una rueda de prensa
en Chile hablando en inglés?
¿Sergio Ramos habla bien inglés? ¿Y castellano?
Voy a
tratar de responder brevemente a cada una de ellas.
1. ¿Por
qué David Beckham nunca aprendió español, si estaba en inmersión lingüística?
Siempre
que pregunto a mis estudiantes cuál es la mejor manera de aprender un idioma,
todos apuntan hacia la inmersión lingüística: vivir en el país en el que se
habla el idioma es la mejor manera de aprenderlo. ¿Entonces por qué Beckham
nunca llegó a hablar español, si pasó cuatro años en España? Influyen varios
factores:
En
primer lugar, la necesidad. Él realmente no necesitaba aprender español para
integrarse, para su día a día, para jugar al fútbol o para socializar. No le
hacía falta, y punto.
En
segundo lugar, relacionado con el anterior, tenemos en Lingüística aplicada el
concepto de investment: uno invierte
en aprender un idioma si ello le va a reportar un beneficio, del tipo que sea
(económico, social, profesional, educativo, personal). Está claro que para
Beckham, aprender español no llegaba a ser rentable para nada. En el caso opuesto,
tenemos a Pep Guardiola: aprender alemán le ha reportado un gran prestigio
personal, reconocido en toda Europa.
Y,
finalmente, el verdadero concepto de inmersión:
vivir en un país no garantiza una verdadera inmersión. La inmersión pasa por la
integración en la sociedad que habla esa lengua, y ya me diréis qué integración
podía tener David, si su mujer detestaba España…
2. ¿Por
qué jugadores como Messi e Iniesta, prácticamente criados en Cataluña, no
hablan casi nunca en catalán?
El FC Barcelona es, sin duda, uno de los
grandes estandartes del catalán. Hable o no catalán, todo culé conoce el himno
del Barça y ha gritado en más de una ocasión “Visca el Barça”. Retomando el
concepto anterior de inmersión, ¿cómo es posible que Messi o Iniesta, que
llegaron a Barcelona siendo adolescentes, no hablen catalán, tras más de una
década?
Mi respuesta es que se trata de una
cuestión de identidad. Por más que se
declare español y catalán, Iniesta es de Albacete (sí, de Fuentealbilla). Su
familia es castellanoparlante, y esta lengua ha configurado su identidad. Esta
identificación tiene un gran poder a la hora de hablar lenguas distintas, y se
halla en la base de marcados acentos extranjeros al hablar otros idiomas.
Podemos volver otra vez al gran Nelson Mandela, quien afirmaba: “Háblale a un
hombre en una lengua que entienda y llegarás a su mente. Háblale a un hombre en
su primera lengua y llegarás a su corazón”.
Creo que esta explicación puede
trasladarse, mutatis mutandis, a
Messi y su identidad argentina.
3. ¿Qué
idioma utiliza Ferrari en las redes sociales, si se trata de una escudería
italiana cuyo piloto estrella es español y se mueve en un ámbito internacional?
Aquí ya entramos en materia de política
lingüística, casi siempre polémica. A
priori, Ferrari es una compañía italiana, por lo que esperamos que se
comunique en italiano. Pero si su fichaje estrella es Fernando Alonso,
probablemente los aficionados españoles deseen leer algo en la lengua de
Cervantes. Aunque claro, Ferrari disputa una competición internacional, por lo
que habrá de hacerse entender en inglés… He aquí la respuesta:
En las tres lenguas. A mi juicio, una solución perfecta,
que contribuye a la visibilidad del multilingüismo y a resaltar el valor de las
lenguas. Bravo, Ferrari. Chapeau!
4. Deportistas
trilingües como Rafa Nadal o Pau Gasol, ¿qué lengua prefieren para comunicarse
(con todas las implicaciones que eso conlleva)?
El ejemplo de Ferrari puede trasladarse del ámbito del multilingüismo (donde distintos grupos
de personas hablan lenguas distintas) al del plurilingüismo (cuando es una sola persona la que habla varias
lenguas). Evidentemente, los jugadores siempre se adaptan al contexto en el que
se produce la comunicación, y especialmente a la lengua en la que se dirige a
ellos su interlocutor, pero al escribir en las redes sociales, ambos suelen
optar por una solución bilingüe: tuits y publicaciones en español e inglés, en
tuits distintos o incluso en el mismo, con la presencia, en ocasiones, del
catalán.
5. ¿Por
qué algunos periodistas argentinos se dirigen a Guardiola en catalán y no en
castellano?
El ejemplo claro fue la rueda de prensa que Guardiola dio
el verano pasado en Alemania, en la que un periodista argentino, Matías Manna,
le hizo una pregunta en catalán que desencadenó unas declaraciones del técnico
del Bayern sobre la directiva de Sandro Rosell. Dichas declaraciones
aparecieron en todos los medios y resultó curioso que el periodista eligiera el
catalán para dirigirse a él, pues había otros periodistas españoles en la sala
que quizá no pudieran seguir del todo el intercambio entre ambos. Dejando a un
lado si se trató de una táctica para dejar fuera de combate a los periodistas
alemanes, me pareció un ejemplo muy bueno de la máxima de Nelson Mandela que
mencionaba en la pregunta 2.
6. ¿Por
qué nos sorprende tantísimo que el mismo Guardiola haya aprendido alemán?
Guardiola es y siempre será un mito del barcelonismo. Y ese
mito se ha hecho un poco más grande gracias a todos los halagos que ha recibido
por su dominio del alemán desde que es entrenador del Bayern de Múnich. Ahora
bien, ¿por qué nos sorprende tanto? ¿Realmente habla tan bien? ¿Qué es
exactamente lo que dice?
Por partes. Guardiola tuvo alrededor de un año para
estudiar alemán mientras estaba en Nueva York. Ya sabía que su destino estaba
en Alemania, y contrató a un profesor particular para que le enseñara. Un año
después, es capaz de manejarse en alemán. ¿Qué tiene de raro o de sorprendente?
Lo extraño sería que después de un año de clases no supiera hablarlo. Sin
embargo, nos dejamos llevar por nuestros prejuicios de que el alemán es una
lengua muy difícil y de que aprender idiomas es muy complicado. Pero para
alguien que habla castellano, catalán, inglés, italiano y algo de francés, el
alemán no tiene más misterio. Además, pensemos que lo han entrenado
especialmente para dirigirse a sus jugadores y para intervenir en entrevistas y
ruedas de prensa. Es decir, se restringe a un ámbito muy específico, lo cual
acota mucho la “porción lingüística”, digamos, que tiene que aprender.
Finalmente, yo misma le he visto en televisión en sus entrenamientos con el
equipo alemán, y hace exactamente lo que ya investigué para mi tesis doctoral:
cambiar de código. Cuando no le sale una palabra en alemán, la dice en inglés. Eso
le permite tener un discurso muy fluido y conseguir su objetivo comunicativo.
Lingüísticamente muy efectivo.
Sin quitarle ningún mérito a Guardiola, creo que los
artículos que se han publicado respecto a su perfecto alemán lo que realmente
dejan entrever son nuestros propios complejos lingüísticos. Que alguien se vaya
a trabajar a un país y aprenda el idioma es lo normal. Que lo intente y lo
consiga, también. Lo que es noticia es lo contrario. Les remito a la pregunta
1.
7. ¿Por
qué Hristo Stoichkov, el mejor futbolista búlgaro de todos los tiempos,
insultaba en castellano (incluso cuando no jugaba en España)?
Stoichkov era un jugador que no dejaba indiferente. Su
vehemencia en el campo, física y verbal, está sin duda en el recuerdo de la
afición blaugrana. Se decía de él que incluso cuando jugaba con la selección
búlgara, insultaba a los rivales en español. ¿Por qué? Llama la atención,
puesto que las manifestaciones verbales más directamente relacionadas con las
emociones (las expresiones de alegría, miedo, tristeza o enfado) son más
difíciles de producir en una segunda lengua. Dicho de otro modo, cuando uno
está enfadado o se encuentra en peligro, “lo que le sale” es la primera lengua,
la más fuerte. El caso de Stoichkov ilustra lo contrario, que puede explicarse
por varios motivos. Primero, por una cuestión táctica, de poder desahogarse uno
sin que el otro le entienda. Segundo, siempre se habla de la abundancia de
insultos en español en comparación con otras lenguas; la riqueza de nuestra
lengua puede tener algo que ver (pero no me termina de convencer). Y en tercer
lugar, la fuerza de la costumbre: si durante muchos años juegas en España y te
comunicas en español, tiendes a repetir los mismos esquemas que has ido
empleando. Si estaba acostumbrado a insultar en español porque jugaba aquí, no
era difícil trasladar esos hábitos a otros terrenos de juego.
8. ¿Jose
Mourinho era realmente traductor (intérprete) en su etapa en el FC Barcelona?
Mucho se ha especulado con las labores que desarrollaba
Jose Mourinho en su etapa culé a las órdenes de Sir Bobby Robson, tras pasar
por el Sporting de su tierra. Lo cierto es que sí hizo labores de intérprete,
como he visto en tantos casos de segundos entrenadores que transmiten las ideas
del primer técnico a aquellos que no las entienden, y viceversa. Pero el papel
que jugó Mourinho en esa etapa va más allá, y le hizo ser quien es hoy día.
Entrenador controvertido, sí, pero políglota: habla portugués, inglés, francés,
español e italiano.
9. ¿Por
qué Rafa Nadal comenzó una rueda de prensa en Chile hablando en inglés?
Hace unas semanas, Nadal protagonizó una anécdota en Chile
al comenzar la rueda de prensa hablando en inglés. Fue el tenista argentino
David Nalbadián quien le dijo: “En español, boludo”, para regocijo de todos los
presentes.
Lo curioso del caso no fue la confusión de idioma, sino el
comentario posterior del manacorí, que afirmó que el inglés era ya su primera lengua.
Este es un caso muy interesante, por cuanto a pesar de que la L1 se percibe
como algo estático, en realidad es dinámico: puede cambiar a lo largo del
tiempo. Pregunten si no a los españoles que llevan años viviendo en otro país.
10. ¿Sergio
Ramos habla bien inglés? ¿Y castellano?
Sergio
Ramos, jugador esencial de la plantilla merengue y de la selección española, es
conocido por sus traspiés lingüísticos con las diversas lenguas en que se
maneja. Su felicitación navideña con el Real Madrid fue objeto de múltiples
burlas, debido al marcado acento andaluz que imprimió a la lengua de
Shakespeare:
Desde el
punto de vista de la Lingüística aplicada, ninguna novedad. Es un fenómeno de
altísima incidencia que la primera lengua deje su impronta en el discurso en
lengua extranjera. Le pasa a Sergio Ramos, le pasaba a Mourihno, le pasa a
Guardiola, a Rafa Nadal, a Fernando Alonso y a casi todos nuestros deportistas.
Lo que sería extraordinario es que tal fenómeno, el acento extranjero, no se
diera. Tenemos un gran ejemplo entre los protagonistas de este artículo: Pau
Gasol.
Su inglés es impecable (aquí sí ha funcionado la inmersión lingüística)
y bien pudimos disfrutar de él al defender la candidatura de Madrid a los JJOO.
Otra de las
anécdotas lingüísticas protagonizada por Sergio Ramos tuvo lugar en una rueda
de prensa de la roja en la que compartía espacio con Piqué. Al azulgrana se
dirigieron en catalán, y Ramos, visiblemente molesto, se ofreció a contestar
“en andaluz”. Para los lingüistas, el mismo respeto merecen las lenguas (como
el catalán o el español) que sus variedades (como el andaluz o el murciano).
Por tanto, los derechos lingüísticos de uno y de otro son iguales. Es después
la sociedad la que valora lenguas y variedades de distinta manera, en función
de factores históricos, económicos, culturales y políticos.
Sergio,
sigue hablándonos en andaluz. Y Piqué, en lo que quiera.
Mar Galindo & José Luis Pérez